martes, 14 de mayo de 2013

Maiz nativo y agricultura orgánica en Chiapas (1)


Maíz nativo y agricultura orgánica en Chiapas: síntesis de un proceso de transición (1 de 3)

Por Emanuel Gómez Martínez, 14 de mayo de 2013.
Profesor investigador de la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH). Integrante de la Red Maíz Criollo Chiapas. http://www.redmaizchiapas.blogspot.com/

Antecedentes

En marzo de 2007 la Secretaría del Campo (SECAM) del gobierno de Chiapas anunció que en el marco del programa Maíz Solidario se distribuirían semillas de maíz mejorado, fertilizante químico y herbicidas a 200,000 productores de maíz de autoconsumo. De inmediato, las organizaciones de café orgánico se reunieron con organismos de derechos humanos y se decidió hacer público un pronunciamiento en rechazo a este paquete tecnológico, por considerarlo contaminante, riesgoso por la posibilidad de contener maíz transgénico. En su lugar, decía una veintena de organizaciones, exigían que se destinaran recursos a fomentar la agricultura orgánica. La respuesta inicial del gobierno fue defensiva, en rechazo a la crítica de las organizaciones, a quienes acusaba de carecer de argumentos. 

Los meses siguientes, las organizaciones llevaron a cabo una serie de encuentros campesinos en los que se exigía mayor información sobre el paquete tecnológico de Maíz Solidario, por lo que Foro Chiapas, una de las organizaciones civiles que había promovido el pronunciamiento contra el programa de agroquímicos, solicitó información precisa a la SECAM, institución que aceptó abrir un proceso de diálogo con las organizaciones que habían rechazado el programa Maíz Solidario. 

La primera sesión de diálogo se llevó a cabo en la sala de juntas de Foro Chiapas, con la participación de organizaciones de productores orgánicos de café, miel y maíz, de derechos humanos e investigadores de El Colegio de la Frontera Sur. Posteriormente se llevarían a cabo encuentros de campesinos de diferentes regiones del estado en las que se consultó a la población acerca de la ruta a seguir.

A partir 2008 se da a conocer la existencia de la Red Maíz Criollo Chiapas, organización encargada de la gestión de apoyos a los productores para acceder a programas de gobierno que fomentaran la agricultura familiar campesina. En marzo se presenta al gobierno del estado una Iniciativa popular maíz criollo Chiapas, documento en que se reunían las propuestas y estrategias de agricultura orgánica que se habían identificado entonces entre los productores de maíz, y se da a conocer un padrón de poco más de 6500 campesinos de 300 comunidades de 47 municipios del estado, que ofrecían sus terrenos para iniciar un proceso de transición a la soberanía alimentaria con base en las semillas nativas y la agricultura orgánica.

Durante el primer semestre de 2008, una Comisión de Enlace de la Red Maíz, integrada por cuatro representantes de las organizaciones de Los Altos, Selva, Sierra y Fronteriza abrió procesos de gestión con diferentes dependencias de gobierno y de la cooperación internacional, presentando ideas para proyectos productivos, de capacitación y de inversión productiva, con el mismo horizonte: la soberanía alimentaria con base en las semillas nativas y la agricultura orgánica.

Debido al desgaste por la gestión institucional, en 2009 sólo solicitaron apoyo 4,500 productores, de los que la Secretaría del Campo aprobó 2,000 solicitudes, lo que fue considerado como universo de atención de la Red Maíz Criollo, lo que se mantuvo constante hasta el 2012, cuando se inscribió esta experiencia en el Programa Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA), programa que se mantiene activo sólo en Tenejapa, para atención de 10 comunidades.

Está claro que este proceso de gestión no se convirtió en un movimiento social, ni tampoco logró la transformación total de las políticas públicas, sin embargo, es una experiencia importante pues logró transformar todo el paquete tecnológico del programa de apoyo a los productores de maíz de autoconsumo.

En efecto, a partir de 2008, la SECAM evitó distribuir fertilizantes químicos, herbicidas y semillas híbridas, sin embargo, esta decisión no quedó establecida en algún decreto oficial o ley estatal, por lo que al iniciar el nuevo gobierno estatal, es necesario abrir de nuevo la discusión sobre la importancia de tener una estrategia consensada con las organizaciones campesinas y con el aval de los grupos de investigación.

Sigue...



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